Ain

Ain

Perdido en una hendidura entre el tiempo y el espacio; así se encontró el joven sacerdote Ain cuando la azulada piedra preciosa, el EL, se fragmentó. Es esa dimensión intermedia intentó desesperadamente mantener íntegro su ser. Pero parecía una tarea inútil, pues su magia prácticamente no tenía efecto en ese lugar irreal. Prácticamente había desistido cuando sintió un leve rastro del poder de EL. Cuanto más se acercaba a su origen, más poderoso se volvía Ain. Finalmente, su poder fue suficiente para rematerializarse en Elios. Su misión original, que le asignó la diosa Ismael, ya podía continuar: el poder de EL tenía que brillar como antaño, antes de la guerra. Ain se lanzó con determinación a buscar los fragmentos del cristal azul. Ismael consiguió con Ain un joven apuesto que siempre estaba a su lado como su más fiel sirviente. Pero desde su estancia en esa rendija entre tiempo y espacio un oscuro poder se alberga en su interior. Si rompe su péndulo, este sacerdote libera poderes insospechados.

Tengo la impresión de que alguien me protegió. Un ser noble, vestido con una túnica de sacerdote. Recuerdo que se trataba de un hombre cuyos ojos verdes refulgían bajo su capucha... Ain. ¡Ese era su nombre!

Elsword, sobre Ain
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